Por DiMaggio Abreu
El lunes reciente el programa radial Grandes en los Deportes, que domestican Enrique Rojas y Dionisio Soldevila, preguntó como la encuesta del día: ¿Quién tiene mayor responsabilidad en el pobre desempeño del Licey?
En la plataforma X (antes Twitter) el 42.4 % culpó al gerente general Audo Vicente, el 29.0 a los jugadores, el 22.2 a los directivos y apenas un 6.4 % al cesanteado dirigente José Offerman. Los participantes por Instagram atribuyeron a los peloteros un 38 %, a Vicente 28, a la directiva 21 y a Offerman el 13 %.
A Offerman es al que menor responsabilidad le endilgan, criterio al cual nos suscribimos sin dejar de reconocer que tuvo fallas en lo estratégico, en mantener cierto lanzador en rotación o prolongar estancias de abridores en el montículo, así como no establecer jugadores en posiciones del cuadro interior.
Si se observa, la sumatoria de quienes consideran al gerente y los jugadores como responsables suman en X el 71.4 % y en Instagram el 66.0 %, lo cual da indicio de por dónde anda el mal.
Antes del inicio de campaña 2023-24 escribimos en esta columna, que para el Licey ser competitivo iba a necesitar de una gran temporada de su capitán Emilio Bonifacio y de Mel Rojas Jr. (quienes han cumplido), entre otros; de la integración a mediados de tipos que ayudaron el año pasado y se lucieron en Grandes Ligas; así como los aportes de los importados de ofensiva.
Resulta que ninguno de los importados de ofensiva dio o ha dado el grado en complementar al personal nativo en hacer despegar a una clasificación segura y temprana a los Tigres, lo cual es responsabilidad de Vicente.
Las importaciones primeras de Audo se comportaron así: Jacob Nottingham bateó .235 en 5 partidos, 2 impulsadas, 5 ponches; Michael Helman en 15 choques .236, con 4 CE, 13 ponches; Tristin English en 10 partidos .243, remitió 4 al plato, abanicó 10 veces; Nate Eaton en 12 encuentros .176, con 3 CE, 14 veces vio el tercer strike. Después de esto no extraña que fuera Operaciones de Béisbol del Licey el último en anunciar sus importados.
Después trajo al receptor Jair David Camargo de mayor aporte defensivo y bateó .071 en cinco juegos; Ryan Fitzgerald pegó 2 jonrones, 3 CE, bateó .259 (el mejor entre importados) en nueve choques, pero se lesionó y le ordenaron marcharse; Brian Goodwin tuvo un juego y desapareció.
Jorge Alfaro es una sombra de la campaña anterior y luce perdido y presionado en el plato luego del pelotazo en la cara en un juego ante las Águilas. Es el único extranjero de ofensiva con que cuenta el equipo en este momento crucial.
El que un 22.2 % de los twitteros y el 21 % de los instagrammers culpen a los directivos de la situación precaria del conjunto azul, da indicios de que hacia afuera hay una percepción o conocimiento de que adentro hay personajes que importunan a Operaciones y al cuerpo técnico y que se creen conocer más del juego que estos.
De ahí que hay una enorme preocupación entre los seguidores del Glorioso e interrogantes de conocedores del circuito, de si al joven dirigente Gilbert Gómez (31 años) lo dejarán dirigir con criterios propios o pretenden que sea una marioneta a manejar desde la cúpula.–
DiMaggio Abreu
Premio Nacional de Literatura Deportiva 2007, RD
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