Por DiMaggio Abreu
A José Rijo le han preguntado cuál es el bateador que más dominó en Grandes Ligas, y sin pensarlo, el otrora lanzador respondió que fue al intratable (por su bate y carácter poco sociable), Barry Bonds.
“Yo soy el papá de Barry Bonds”, aseveró sin modestia alguna el derecho de San Cristóbal. A seguidas sugirió buscar las estadísticas de sus enfrentamientos con el rey de los jonrones en la historia de la MLB (762) y de una temporada (73, en 2001), así como de bases por bolas recibidas (2,558), 688 intencionales.
“Chago” Rijo narró a sus entrevistadores, Ricardo Rodríguez y Vian Araujo, que el ahijado del gran Willie Mays le desafió, antes de un partido con la sutileza que le daría mil dólares si lograba dominarlo.
Pero el criollo ripostó con la propuesta de que, si el temible bateador zurdo le conectaba imparable, le daría diez mil dólares, en cambio, recibiría del cañonero cinco mil por cada dominada. Aseguró que le sacó de out dos veces en el referido partido, pero Barry no le pagó.
Tanta confianza tenía en sí mismo Rijo -cuando estaba saludable de su brazo y codo de lanzar- que afirmó “con toda la humildad del mundo”, que él ha sido el tercer mejor lanzador dominicano en Grandes Ligas, tras los inmortales de Cooperstown Juan Marichal y Pedro Martínez. Es un punto para analizar.
Repasemos las estadísticas de la rivalidad del Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 1990, brindando sus servicios a los Rojos de Cincinnati, versus Bonds con los Piratas de Pittsburgh (1988-92) y Gigantes de San Francisco (1993, 94, 95 y 2002).
Bonds registró 49 apariciones, 38 turnos oficiales, ocho imparables (Ave .211), tres dobles, un cuadrangular (SLG .368), apenas tres vueltas impulsadas contra Rijo. Éste lo ponchó 11 veces y cedió la misma cantidad de bases por bolas, una intencional (.388 de OBP) y OPS de .756.
Pero de las temporadas en que más se enfrentaron, Bonds solo le hizo daño con sus batazos en una, 1992. Bateó de 7-4 (Ave .571), un doble y el único jonrón, dos vueltas producidas, un boleto y dos ponches. A favor del bateador se puede agregar la última (2002), de 3-1, doble y cuatro BB en siete apariciones.
En 1993 fue cuando más se enfrentaron y Rijo fue dominante: un hit en nueve turnos (.111), un boleto y tres ponches. En 1990 y 1991 el pitcher estuvo inmaculado: no le permitió hit en 11 turnos, otorgó tres boletos y cuatro ponches, tres en el primer año. Bonds bateó .500 dos veces (1992-1994), en ambas ocasiones de 2-1, un boleto en cada ocasión. Pero en 1988 y 1995, “Chago” se impuso las cuatro veces que se midieron (dos por año), con un ponche cada vez.
Como hemos visto en los detalles, José Rijo puede presumir de haber sido el lanzador que, probablemente, ejerció más dominio contra el más temible bateador en décadas, sino de la historia del béisbol: Barry Bonds.–
DiMaggio Abreu
Premio Nacional de Literatura Deportiva 2007, RD
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