Por DiMaggio Abreu
El béisbol no deja de ser esa caja de sorpresas con que se le etiqueta desde tiempos desconocidos. Eleva a un jugador como de repente lo remite a las tinieblas sin importar que todavía sea joven y vuelve a encumbrarlo, como si bastara un pase de magia.
Un ejemplo se da esta temporada de Grandes Ligas con el jardinero Víctor Robles, quien sufrió la humillación de ser despedido por Washington, dado el miserable rendimiento de inicio de campaña, pero que se redime con Seattle.
Robles fue uno de los 10 mejores prospectos en 2017, 2018 y 2019 según MLB Pepeline y en sus primeros ensayos con 13 y 21 juegos en los primeros años citados en el alto nivel mostró esperanzadores destellos.
En 2019 se adueñó del prado central de los Nacionales y al lado de Juan Soto ganó la Serie Mundial. Dejó estadísticas en bateo de .255, .326 en porcentaje de embasarse (OBP) .326, bases alcanzadas (SLG) .419, en 155 cotejos y 619 apariciones. Ligó 33 dobles, tres triples, 17 jonrones con 28 estafas.
Esa primera campaña fue un espejismo, puesto que en lo adelante se apagó, como veremos. En 2020, la campaña de la pandemia, jugó 52 de los 60 partidos y dejó línea ofensiva de .220/.293/.315; 2021 en 107 juegos, .203/.310/.295; en 2022, 132 cotejos, .224/.273/.311, con 15 robos. Su 2023 estuvo limitado a 36 juegos y recuperó la noción de lo esperado con promedio de .299, con 32 imparables en 107 turnos.
El declive ofensivo se reflejó también en la brevedad de su participación en la Liga Invernal dominicana. En 2022-23 con las Águilas solo bateó .204 en 17 partidos, un jonrón, tres producidas, robó siete almohadillas, pero con 14 ponches en 54 turnos. El equipo que lo reclutó perdió la fe en él y lo traspasó a los Toros. En 2023-24 ligó .238 en ocho encuentros con los romanenses.
Con 27 años en 2024, Robles tuvo un arranque decepcionante con línea que no podía ser peor: .120/.281.120 y los Nats le dieron “reléase” el 1 de junio.
Seattle lo firmó el 4 de junio, pero su arranque allí no fue diferente.
Pero su suerte cambió cuando el 23 de julio los Marineros colocaron en lista de lesionados a Julio Rodríguez y apelaron a Robles como su sustituto en el prado central. Lo ha hecho también que ha sido imposible sentarlo, aunque Rodríguez retornó al juego el 11 de agosto. Hasta los juegos del domingo 15, Robles acumula registros estupendos con Seattle: Ave .333 (198-66) en 67 juegos, 16 dobles, cuatro jonrones, 31 anotadas, 20 impulsadas, 25 estafas en igual cantidad de intentos, 14 transferencias, OBP .401, SLG .475. OPS .876, el más alto de su carrera. En general este año, batea .309 en 81 partidos.
Este reencuentro con el buen bateo ha revalorizado su carrera. El 12 de agosto se anunció una extensión de su contrato que incluye 2025 y 2026 por US$9.75 millones, más dos millones en incentivos por rendimiento, así como una opción del club para 2027 por otros 9.0 millones.
Son de las sorpresas que tantas veces nos depara el béisbol.–
DiMaggio Abreu
Premio Nacional de Literatura Deportiva 2007, RD
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