SANTO DOMINGO. El inmortal de Deporte como propulsor en voleibol, el licenciado Cristóbal Marte Hoffiz, saludó la escogencia del reputado entrenador de voleibol, Beato Miguel Cruz (Miguelo), dado a conocer hace varios días atrás por el Pabellón de la Fama del Deporte.
Cristóbal Marte Hoffiz afirmó que se ha hecho un gran reconocimiento con la elección de Beato Miguel Cruz, quien fue un referente del voleibol regional, además de que llenó un buen tramo como dirigente de la Selección Nacional Femenina.
“En el 2006, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena de Indias, Beato Miguel llevó a la República Dominicana a coronarse campeona de los Juegos venciendo 3-0 al poderoso equipo femenino de Cuba”, recordó Marte.
Y abundó: “Esa noche fue memorable porque las dominicanas le ganaron a las Morenas del Caribe, a Cuba, con marcador de tres sets por cero”.
Marte señaló que, en la Copa Panamericana de Voleibol en 2008, Beato Miguel Cruz, también consiguió la medalla de oro al vencer a otro poderoso conjunto con fue Brasil en el partido final y me pidió que lo sustituyera por asunto de su salud.
Sostuvo que la familia del voleibol de la República Dominicana y de la NORCECA, así como de la FIVB, se sienten regocijada por la llegada de Beato Cruz al Tempo de los inmortales, donde se unirá a su hijo, Cristian Cruz, otra de las grandes figuras del voleibol dominicano.
“Beato se retiró como dirigente de la Selección Femenina con esa medalla de oro en la Copa Panam 2008 y estaba muy feliz en aquel momento”, añadió.
En el Grand Prix de la FIVB, lo que es hoy la Liga de Naciones, Beato Cruz, estuvo con el equipo nacional femenino donde lo llevó a ocupar la octava posición.
Beato Miguel Cruz (Miguelo), un ganador como dirigente de medalla de oro, plata y bronce en los Juegos Deportivos, Centroamericanos y del Caribe, será elevado a la inmortalidad del Deporte Dominicano.
Sin duda alguna, Cruz escribió páginas doradas como dirigente del club Bameso en las ramas masculina y femenina del desaparecido torneo del Distrito Nacional, y cosechó notables éxitos como capataz de la selección nacional de mayores, en sus dos ramas.
También fue el entrenador del equipo varonil que logró la presea de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santiago ‘86.
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