SANTO DOMINGO (Licey.com).- Son muchos los méritos acumulados por José Antonio Offerman con los Tigres del Licey. Como jugador, manager, asistente de dirigentes, en Operaciones y como cabeza de un cuerpo técnico del campamento de verano que en cada julio se programa para niños de 5 a 16 años.
Por todo y otros intangibles, el Club Atlético Licey lo obsequió con un merecido homenaje el domingo 27 de octubre de 2019, el que resultó una ocasión especial, por estar acompañado de su madre María Mercedes y su pequeño hijo de nueve años Josuel, quien le sirvió de receptor al hacer el lance de honor.
La directiva azul, en la persona de su presidente, doctor Domingo E. Pichardo Peña, y el directivo Tancredo Aybar Torres, le entregaron encuadrada la camisa número 30 que lució en su trayectoria con el Glorioso, incluso cuando ganó dos coronas como dirigente (2008-09 y 2013-14).
Lo recibió acompañado de varios con los que compartió días de gloria en el uniforme azul: Ronnie Belliard, D’Ángelo Jiménez, Timoniel Pérez, Manny Martínez, Silvestre Campusano y los hermanos lanzadores Carlos y Vladimir Pérez, con el aplauso todos los presentes en antes del partido dominical contra el Escogido.
“Siempre que se le reconoce a un jugador es una satisfacción para uno, ya que le dejan saber que los frutos que sembró se han cosechado de alguna manera y es algo que uno agradece”, expresó José Antonio sobre su homenaje, entrevistado por Rafael Díaz en la antesala azul.
El nativo de San Pedro de Macorís no se originó en la pelota invernal con los Tigres. Llegó en1991 procedente de los entonces Azucareros del Este, junto al hoy inmortal de Cooperstown Pedro Martínez.
El cambio fue por ocho jugadores, que encabezó el cañonero de Grandes Ligas George Bell. Le acompañaron en el trasiego Manny José, Luis Reyna, Domingo Michel, los lanzadores Julio Solano, Andy Araujo, Roberto Delgado y José Ramón Taveras.
Con ausencias en varias temporadas, dada su estelaridad en partes de sus 15 temporadas en las Grandes Ligas, Offerman vistió la casaca del Licey hasta 2009-10. Un año antes, 2008-09, fue llamado a dirigir en sustitución de Héctor De la Cruz y se alzó con la corona de campeón. Reeditó la gesta en 2013-14, como sustituto de Mike Guerrero.
De sus días de jugador, conserva el liderato de imparables conectados en series semifinales de los Tigres; y el récord, en esas instancias, de triples conseguidos de la LiDom con siete. Son parte de los éxitos que inducen a la directiva bengalí a tender la alfombra azul y rendirle honor, a sus 50 años, a José Antonio Offerman.
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