De vez en cuando, los Astros recuerdan de golpe lo increíble que ha sido la breve carrera del torpedero puertorriqueño Carlos Correa. Tienen que recordarse a ellos mismos que Correa sólo tiene 22 años y que es uno de los 10 jugadores más jóvenes de las Grandes Ligas. Pero nadie tiene que decirles que es uno de los mejores.
“Luce como si fuese un veterano de cinco, 10 años en la liga”, dijo el relevista de los Astros,Will Harris. “Uno no le presta atención a eso cuando juegas con él todos los días. Es muy fácil olvidar lo joven que es, y la poca experiencia que realmente tiene a este nivel”.
Correa fue subido a las Mayores en el 2015, cuando tenía tan sólo 20 años y apenas había jugado 53 juegos por encima de Clase A Avanzada. Pero nunca, en estas tres temporadas, se ha visto superado por el nivel de la liga.
“De la forma en la que yo lo veo, era la misma película en una sala de cine distinta”, dijo Correa. “Yo estaba jugando el mismo juego, pero en un estadio distinto y en otro ambiente. Pero es el mismo juego que he estado jugando toda mi vida”.
Correa afirma que se preparó para ese momento toda su vida, y que desde muy temprana edad sabía exactamente qué quería y cómo lograrlo.
“Cuando estaba en la preparatoria, no sabía cómo lucía un club nocturno”, dijo Correa. “Tampoco sabía lo que era una fiesta. Mientras los muchachos estaban en bailes y esas cosas, yo estaba en el estadio.
“Me decían que era un niño aburrido. Yo les contestaba, ‘No, sólo estoy trabajando para buscar mi meta’. Al final del día, yo sabía que iba a poder hacer todas esas otras cosas si alcanzaba esas metas”.
Correa se está acercando a todo eso. Es una de las mayores estrellas en un equipo puntero y abrirá el Juego de Estrellas por la Liga Americana en el campo corto. Entrar al clubhouse de la Liga Americana y pararse allí junto a los mejores del béisbol será otro ladrillo en la pared.
“Será un sueño hecho realidad”, dijo Correa. “Es algo con lo que he soñado desde que era un niño, iniciar el Juego de Estrellas. Uno piensa en toda la gente que te ayudó a tener éxito. En todos los coaches, en mi familia que estará allá y que me ayudó a estar donde estoy hoy”.
El béisbol cuenta con una pléyade de talentosos torpederos, desde el arubeño Xander Bogaerts de los Medias Rojas y Corey Seager de los Dodgers hasta el boricua Francisco Lindor de los Indios y Trea Turner de los Nacionales.
Correa encabeza a todos los shortstops de las Mayores en jonrones, empujadas y OPS. En promedio de bateo sólo es superado por Zack Cozart y en WAR (Fangraphs.com) está empatado con Corey Seager. Ya con más de la mitad de la temporada jugada, tiene una proyección para terminar el año con 33 jonrones, 33 dobles, 113 empujadas y 109 anotadas.
¿Expectativas? Correa ha tenido unas cuantas.
“Nadie puede tener expectativas para mí más altas que las mías”, dijo Correa. “Siento como si nunca voy a estar satisfecho. Quiero seguir tratando de mejorar”.
Correa fue la primera selección del Draft de MLB en el 2012, pero eso no habla de todas las expectativas que había puestas sobre sus hombros. El jovencito fue la primera elección en el Draft hecha por el gerente general Jeff Luhnow y fue una de las piedras angulares sobre las que se construirían estos Astros contendores.
Luhnow aseguraba que Correa era un talento especial y que pasaría rápido por las ligas menores. Eso fue exactamente lo que hizo.
Después, en el 2015, Correa ayudó a los Astros a llegar a la postemporada por primera vez en una década y hoy es el cuarto bate del equipo con el mejor récord y la ventaja más amplia en todas las divisiones.
Los Astros tienen profundidad y talento en un montón de áreas. Pero la fundación del equipo se apoya en los hombros del patrullero George Springer, el segunda base venezolano José Altuve y en Correa.
“Es muy maduro y tiene un montón de talento, obviamente”, dijo Altuve acerca de Correa. “Algunas veces, hay peloteros con muchísimo talento, pero no saben cómo controlarlo. Él sabe cómo usarlo, y siendo tan joven, eso es algo impresionante”.
El manager de los Astros, A.J. Hinch, ha visto crecer a Correa. En su opinión, Altuve ha jugado un rol importante en su preparación diaria y en ayudarlo a canalizar la energía en la dirección adecuada.
“Aprender cómo jugar todos los días, conservar tus swings, tu energía, cuidar de tu cuerpo; ésas son cosas que Carlos ha aprendido de José”, dijo Hinch. “Carlos llegó aquí haciendo cosas a un nivel muy agresivo, bien fuese la cantidad de swings que tomaba en un día o la energía que le ponía a su rutina de fildear rodados. Creo que ha aprendido a dosificarse y a entender que lo más importante son los nueve innings de cada juego”.
Por sobre todas las cosas, lo que separa a Correa del resto de los jugadores es una clase de talento especial, aquel que puede llevar a una franquicia a lo más alto. Eso es lo que los Astros tenían en mente cuando lo eligieron en el 2012.
“Carlos tiene la confianza del mejor pelotero de la liga”, dijo el tercera base Alex Bregman. “Pero se presenta en el estadio todos los días buscando formas de mejorar”.
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