SANTO DOMINGO (Licey.com).- “Esa chaqueta blanca está puesta desde ahora”. La frase refleja la disposición que tiene el receptor de Grandes Ligas Pedro Severino para integrarse en la próxima temporada invernal a los Tigres del Licey, equipo que acaba de adquirirlo en una transacción de la Liga de Béisbol de la República Dominicana.
Durante una entrevista para los medios y redes sociales del Licey, el nacido en Bonao, 26 años, afirmó que irá al equipo a dar lo mejor de sí, a tratar de ganar cada juego en que se le dé oportunidad, consciente de que llega en un cambio y que el equipo tiene otros buenos receptores.
“Cuando crean que yo pueda hacerle el trabajo, estaré disponible y a buscar otra corona”, indicó Severino, luego de analizar que el Licey tiene a buenos en su posición como Welington Castillo, Yermín Mercedes y Michael De la Cruz y que dará lo mejor cuando le brinden la oportunidad de jugar.
Pedro Severino fue adquirido de las Águilas a cambio del utility Arismendy Alcántara.
Expresó que por ahora no puede decir el momento en que se integrará al conjunto azul, porque ni siquiera se sabe cuándo arrancan las Grandes Ligas este año, pero a medida que se vaya aclarando la situación con el nuevo coronavirus, entonces dirá si se une al equipo azul desde el primer día de la temporada o después de dos semanas.
“Me siento bien contento y le doy gracias a Dios y a ustedes (al Licey) por la oportunidad”, expresó el receptor de los Orioles de Baltimore en las Grandes Ligas, durante la entrevista con el director de Medios de los Tigres Ildefonso Ureña, en la que se mostró de muy buen talante, carismático y conocedor del juego y reconoció la importante de la defensa para un cátcher.
“Yo digo que donde quiera que Dios me mande voy a dar el 100 por ciento y dar lo mejor de mí”, expresó “Mercurio”, apodo por el que se le conoce en su lugar de residencia, entre Básima y Guananito, en el municipio de Villa Altagracia, donde llegó desde pequeño. Nació en Bonao.
Afirma que nunca ha sido dado a identificar equipos de su simpatía en Grandes Ligas ni en el país, pero “he sido liceísta desde chiquitico” y toda su familia, tíos, primos y amigos que por él estaban en otro equipo, “se han ido cambiando todos” desde la noche misma en que se anunció el cambio para los Tigres.
El varón entre cuatro hermanos, habló de sus inicios en el béisbol, que de niño no le gustaba el juego y un primo que identificó como Juan Pablo –ya fallecido- fue quien lo animó a involucrarse y que tiene como ídolo a Yadier Molina, estrella de los Cardenales de San Luis.
Expresó que ha trabajado mucho en la defensa, que cuando firmó por los Nacionales de Washington a los 16 años en 2010, en la academia se encontró como instructor al antiguo cátcher de Grandes Ligas y de los Tigres del Licey, Sandy Martínez, quien hizo énfasis en que trabajara la defensa y ha seguido sus consejos.
De niño comenzó a jugar tercera base, pero un rodado se le pegó en la boca y sangró mucho, por lo que dijo que no defendería más esa posición. En una ocasión lo pusieron de receptor, cazó un corredor en intento de robo y le dijeron que esa sería su posición, pero tampoco le gustaba. Lo aceptó por motivación de su padre, para que no estuviera metido en la casa.
“Desde que paso las líneas blancas doy el 100 por ciento, doy lo mejor de mí”, refiere, para agregar que muchos receptores enfatizan en el bateo, pero considera que lo principal de un jugador de la posición dos es su defensa y que ser buen bateador para un cátcher es como “un bono”.
Argumentó que el béisbol está cambiando, que hay mucha tecnología, televisión, videos, mucha temática, pero también hay demasiadas lesiones.
“Todo es mental, inteligencia, llevar el juego, estar pendiente de los bateadores, del pitcher que está en el bullpen…, es mucho trabajo”, apuntó Pedro Severino, mostrando así lo centrado que está en su profesión.
DiMaggio Abreu
Premio Nacional de Literatura Deportiva 2007, RD
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