SANTO DOMINGO.- El sueño de un niño de nueve años de jugar con su equipo favorito Leones del Escogido fue más allá, ya que décadas después Albert Pujols no solo jugó con el conjunto de su infancia sino que, como dirigente, cortó la sequía de ocho temporadas sin campeonatos para los melenudos obteniendo el número 17.
“Si digo que de niño yo esperaba dirigir a mi equipo al campeonato te hablo mentira.
Dios tiene un plan para cada uno de nosotros.
Lo pudimos lograr con dedicación, trabajo y con un tremendo grupo.
Gracias a la directiva, a nuestro gerente y a operaciones por poner un equipo en el terreno que lo dio todo”, dijo Pujols al reiterar el orgullo que siente por sus jugadores.
El veterano de 22 temporadas de Grandes Ligas admitió que pensó que el juego estaba perdido cuando vio el batazo de Francisco Mejía hacia el jardín derecho, pero se sorprendió gratamente con la “tremenda jugada” de Sócrates Brito deslizándose para hacer el último out.
“Esto todavía no lo he asimilado.
En un par de días es que voy a mirar hacia atrás y voy a asimilar esto”, dijo Pujols en conferencia de prensa.
Asimismo, el capataz destacó la importancia de Erik González al declararlo como corazón del equipo.
“No hay palabras para describir lo que Erik significa para este equipo.
Nunca puso excusas a pesar de las lesiones, y tampoco quería salir de la alineación”, dijo.
El directivo y expresidente del Escogido José Miguel Bonetti ponderó la labor de Pujols liderando a los rojos porque “a veces no se le da el crédito que se le debe dar al mánager”.
“Por el tiempo que lo tengamos aquí apreciémoslo”, dijo Bonetti sobre su dirigente.
Contó que cuando el futuro miembro del Salón de la Fama y él hablaron en febrero le explicó lo que creía necesitaba el Escogido para ganar el campeonato y se entendieron a la perfección.
“Yo quiero que cuando escriban del éxito del Escogido le den el crédito a los peloteros, pero no dejen de darle crédito a este señor”, en alusión a Pujols.
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